A la vera del río Paraná, con el fondo majestuoso del Monumento a la Bandera y en una tarde espectacular desde lo climático, el Rally Dakar 2014 tuvo señal de partida simbólica. Previo a la ceremonia, se esperaba que unas 500.000 personas se acerquen al centro de la acción, y a juzgar por las imágenes que entregó la televisión, esa cifra bien puede haberse hecho realidad. Desde temprano, el arbolado y bello sector de la costa rosarina comenzó a tomar el color típico de los grandes acontecimientos. Y a partir de las 15.30 comenzó el desfile de participantes, actividad que se extendió hasta pasadas las 21, con los camiones.
Entre los que partieron, estuvieron los tucumanos Miguel Reginato (corre en un cuatriciclo Yamaha) y su hijo “Miguelito” (en compañía de Ezequiel Queralt, con una Toyota Hilux). El experimentado corredor, incluso, tuvo la oportunidad de hablarle al público una vez que se subió a la rampa (fue de los primeros en largar). Agradeció el aliento y saludó a los aficionados tucumanos. Miguel (h) pasó por el lugar a mediatarde, pero no habló. Más tarde, contó sus emociones a LG Deportiva (ver aparte), y no olvidó agradecer a quienes le brindaron su apoyo para que pudiera estar en la prueba. En especial, a su esposa e hijos.
Uno a uno los protagonistas fueron dejando sus impresiones previas a la gran carrera. El corredor de cuatriciclos de Las Flores, Marcos Patronelli, por ejemplo, dijo que este Dakar “no será en absoluto fácil”. El francés Stéphane Peterhansel, campeón defensor en Coches, opinó: “la carrera está muy pero muy abierta… Será sin dudas interesante”. El qatarí Nasser Al Attiyah señaló que está listo. “Mi objetivo no es otro que ganar el Dakar.” Cyril Déspres, favorito en Motos, apuntó: “tengo la vista puesta en el desafío, pero sin ponerme más presión innecesaria”. Y el ruso Eduard Nikolaev, candidato en Camiones afirmó: “lo importante es que gane el equipo”.